La extracción de sangre podría obviarse en el futuro con la técnica de ultrasonidos del MIT
Si las esperanzas se cumplen, el pinchazo de la aguja en la extracción de sangre puede pasar a la historia gracias a la nueva técnica MIT. Esta técnica es especialmente interesante para los diabéticos, que precisan obtener sangre como mínimo cuatro veces al día.
También forman parte de esta lista el desarrollo completo por primera vez, de una válvula cardíaca en el laboratorio, la cirugía de bypass robotizada, un nuevo uso para un antiguo fármaco (el ramipril), nuevos fármacos para el tratamiento del infarto cerebral (prourokinasa recombinante y un derivado del veneno de víbora), el reconocimiento de la diabetes como factor de riesgo importante de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, así como una importante mejora en las técnicas de imagen no invasivas para la exploración de las arterias coronarias.
Desde 1996, esta lista anual llama la atención sobre los principales avances de la investigación básica y clínica que pueden tener mayor impacto sobre la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, que producen el mayor número de muertes en los países desarrollados.
El gen de la hipertensión. El descubrimiento de un gen que codifica una proteína llamada receptor mineralcorticoide ha ayudado a los investigadores a comprender la causa de la hipertensión hereditaria en los niños. Esta proteína es la principal reguladora del manejo de sal por parte del organismo. La mutación produce la activación constante del receptor, lo que produce que el riñón retenga demasiada sal y aparezca hipertensión.
El gen de la cardiopatía congénita. Las enfermedades congénitas del corazón son con frecuencia el resultado de la pérdida o mutación de genes y sigue siendo la principal causa de muerte infantil en los países occidentales durante el primer año de vida. Los investigadores han identificado un gen, denominado UFD1, que contribuye a los defectos cardíacos congénitos asociado con el síndrome de DiGeorge, un desorden común caracterizado por defectos en el corazón y la cara.
Genes defectuosos. El conocimiento de cómo un gen defectuoso produce una enfermedad es la clave para la prevención y el tratamiento. Microensayos con microchips que contienen miles de piezas de ADN, pueden comprobar rápidamente los genes de individuos con enfermedades hereditarias. Mediante un proceso llamado hibridación, se combina el ADN del paciente que ha sido marcado con isótopos radiactivos o fluorescentes para encontrar los genes mutados o defectuosos. Con estas pruebas, los científicos pueden desarrollar nuevas pruebas diagnósticas y nuevos fármacos. Un ejemplo, es la detección del gen llamado ABC1, mediante uno de estos microensayos.
Este gen defectuoso es responsable de la enfermedad de Tangier, que hace que los pacientes tengan unos niveles peligrosamente bajos de colesterol HDL, el colesterol "bueno" y que tengan por tanto un mayor riesgo de ataque cardíaco. Al añadir la proteína que debería haber codificado este gen defectuoso, se normalizaron los niveles de colesterol HDL, lo que representa la posibilidad de tratar, no solo a pacientes con enfermedad de Tangier, sino también a millones de pacientes con niveles peligrosamente bajos de colesterol HDL.
Los investigadores han conseguido el crecimiento y desarrollo de una válvula cardíaca pulmonar, de tres valvas, en el laboratorio mediante una tecnología denominada "ingeniería tisular", y la han implantado en una oveja con excelentes resultados, ya que las seis válvulas implantadas siguen funcionando después de seis meses.
La diabetes, en particular la diabetes tipo II o del adulto, ha sido reconocida como factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, alcanzando el estatus del tabaquismo, la hipertensión, el colesterol elevado, la obesidad y la falta de ejercicio. Lo más importante de todos estos factores de riesgo es que son modificables e incluso prevenibles mediante cambios en el estilo de vida y la adopción de terapias farmacológicas. Los pacientes con diabetes tienen tres veces más riesgo de morir de un ataque cardíaco, un infarto cerebral, insuficiencia cardíaca o enfermedad renal.
Dos nuevas técnicas de imagen no invasivas proporcionan una buena exploración del bloqueo de las arterias coronarias. La primera de ellas, llamada tomografía computadorizada ultrarrápida, toma imágenes muy rápidas y permite la medición del grado de obstrucción coronaria. La segunda técnica, la angiografía coronaria mediante resonancia magnética tri-dimensional utiliza un potente imán y ondas de radio para proporcionar imágenes detalladas de las arterias coronarias.
Dr. Javier Calvo Catalá,
Jefe de Reumatología y Metabolismo Óseo del Consorcio Hospital General de Valencia