Cada persona tiende a ser un mundo infinito en si, particular e irrepetible. En mi caso la cosa ha mejorado ligeramente al empezar a sentirme mal físicamente. Creo que, en ocasiones, la vida requiere tocar un poquito el suelo para reaccionar. Vives en el gris eterno y no sabes hacia donde tirar. NO sabes si te encuentras mal o bien y todo parece indiferente cuando pasa ante tu propia cara. Pero la vida tiene esas cosas, raras y dolorosas. Cosas que piensas que a cualquier mortal pueden hundir en lo oscuro, y resulta que te sirve de alimento, de aire, de lucha.
Pienso, ahora que ya llevo varios años en esto, que mi vida social es muy muy mejorable. Que las situaciones que tanto miedo te dan y que te hacen sentir diferente al resto, se pueden tolerar en cierta medida y que hay salida para todo ello faltando mucho todavía. Pero pienso también que no soy mas triste que antes, que no río menos, que en muchos aspectos el diagnóstico sirvió para centrarme más en lo importante. Si me diesen a elegir entre estos 29 con AR y aquellos 18 donde corría, saltaba, estrellaba la moto y la bici conmigo encima, elijo estos 29. Puede parecer extraño pero siendo una desgracia, alguien puso en mi vida esto para que yo me superara, para que fuese mejor. Y así me siento, no un hombre idóneo, un hombre que se siente mejor, aunque todavía no haya aprendido a llorar.
PD: no te preocupes lector si no entiendes nada, que yo me entiendo