Sacroileítis es la inflamación de la articulación sacroilíaca. Esta enfermedad se puede manifestar de diferentes maneras.
En general, el paciente padece repentinos ataques de fiebre, pérdida de peso, dolores y una disminución en la extensión de los movimientos.
En los examenes médicos, esta enfermedad suele ser confundida con apendicitis, hernia de disco, ciática, pielonefritis, un absceso de psoas. La sacroíleítis en estado semiagudo es difícil de diagnosticar y el retraso en el diagnóstico y tratamiento adecuado pueden conducir a un aumento en la destrucción de la articulación, una potencial ruptura y formación de abscesos.
Para un diagnóstico exacto y rápido de la enfermedad es esencial análisis de laboratorio clínicos y físicos. En muchos casos a través de un análisis de sangre se diagnostica la dolencia. La excepción a esta regla son las personas que consumen drogas intravenosas ya que generalmente se automedican con antibióticos que alteran el resultado de los análisis.
Muchas veces se requiere de una biopsia y un cultivo para establecer el diagnosis e identificar el agente infeccioso.
Las condiciones que causan sacroileítis pueden ser lesiones, el embarazo, infecciones de la piel, osteomielitis, infección del sistema urinario, endocarditis o consumo de drogas.
Fuente: monografias.com
Causas de la sacroileítis
Dentro de las causas de este trastorno están:
* Traumas en la zona
* Embarazo
* Infecciones
* Osteomielitis
Síntomas de la sacroileítis
Las principales manifestaciones clínicas de la sacroileítis son:
* Dolor.
* Perdida de rango de movimiento.
* Fiebre (si de fondo hay infección).
* Sensibilidad aumentada en la zona.
* Contracturas musculares de músculos adyacentes.
Tratamiento
* Medicamentos antiinflmatorios y analgésicos.
Tratamiento Fisioterapéutico:
* Control del dolor.
* En etapas agudas se utiliza las compresas frías.
* Masoterapia de la zona., como Martniz o criomasaje.
* Ultrasonido.
* Láser.
* Tens.
* Ejercicio físico: Ejercicios de rehabilitación para mantener-recuperar la movilidad poco a poco y fortalecer la zona. La natación y el aquaerobic son bien recomendados.
Dr. Javier Calvo Catalá,
Jefe de Reumatología y Metabolismo Óseo del Consorcio Hospital General de Valencia