La razón de ser de las gorditas

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La razón de ser de las gorditas

Que las mujeres de talla grande sean queridas, espontáneas y el alma de las fiestas, no es una cuestión de compensación: entre menos cintura, se debe ser más buena gente. La teoría de los temperamentos, defendida por los médicos hipocráticos (Hipócrates es considerado el padre de la medicina moderna) plantea mejores razones de fondo. Según los seguidores de esta doctrina, el temperamento de las mujeres rollizas tiene que ver con la cantidad de uno de los líquidos orgánicos que mantienen la vida de los hombres: sangre, bilis, flema y atrabilis. En ellas, el líquido que predomina es la flema. De ahí que su temperamento sea flemático.

Para los médicos hipocráticos el individuo flemático es el más simpático de todos. Es la persona con la cual es más fácil llevarse. Su vida es alegre, tranquila y parece no agitarse nunca. Sumado a esto, se encuentra que al flemático no le faltan amigos porque le gustan las personas y tiene un sentido del humor natural y satírico.

Se quiso indagar en aquellos contextos donde el temperamento flemático se muestra en todo su esplendor. Aquí están las razones por las cuales se puede entender por qué las gorditas tienen, en muchos ámbitos, más puntos a favor que las flacas.


En la cama

Irse a la cama con una gordita feliz es mucho más gratificante que hacerlo con una mujer delgada, hermosa pero insegura. Las gorditas, son más divertidas, más atrevidas y se lanzan con un hambre voraz.

También se afirma que la comida tiene mucha relación con el sexo. Según los expertos, cuando una mujer come en grandes cantidades, el imaginario masculino lo asociará con una buena disposición sexual.



En la mesa

Sentarse a la mesa con ellas es una delicia, porque es fácil contagiarse de esa parsimonia y de ese masticar los bocados con voluptuosidad. Estar acompañado de una gordita inspira liberación. Comer y comer sin autocensura es uno de los mayores placeres de la naturaleza humana.



En momentos de crisis

Qué mejor que el abrazo de osa de una amiga gordita en los momentos más tristes. Sentir esa grandísima humanidad que nos comprende, nos ofrece mucha seguridad.



En la conquista

La culpa es de Papa Noel, ese barrigón que nunca pudimos conocer. O tal vez de los papás, que cuando cumplen 50 aumentan el tamaño de sus abdómenes, y de sus hijas que terminan buscando un novio con la misma barriga. No se sabe por qué la gran mayoría de las mujeres prefieren un hombre panzón y grandote a un ‘langaruto’ y escuálido cuya vida peligre cuando hay viento. Se dice que una mujer voluminosa y feliz puede volver loco a un hombre, si logra deshacerse de los “peros”. Esto no es una locura: si saca partido de sus curvas y se mueve bien, tiene altísimas probabilidades de lograr que un hombre se enamore perdidamente de ella.



En lo práctico

Las de talla grande, con mentalidad de Sancho Panza, son tranquilas y socarronas. Al igual que Sancho, se preocupan por el buen comer y el buen vivir. Las gorditas que a su paso -y sin querer- van empujando a otros, son terrenales y viven el diario. En cambio el la mujer delgada, idealista y consumida como Don Quijote está más preocupada por asuntos trascendentales, es más romántica.



En el mundo light

Que vivan los flotadores, los rollos, la celulitis, las barrigas, los brazos regordetes. Recientemente se estableció el Día de la persona obesa, que se celebra en noviembre. Este día que los gorditos aprovechan para juntarse y caminar, está hecho para gritar que ya basta de tanta cultura light y de tanto alimento magro. ¡Vivan los chicharrones y los embutidos! ¡Abajo el pan integral! ¡Vivan los sandwiches de mortadela! ¡Vivan los alfajores, los bizcochos, los guisos y el colesterol! ¡Abajo la dictadura de las dietas!



Perfil de las queridas flemáticas

Sacado de La teoría de los temperamentos

Estas mujeres pueden hacer que los demás se destornillen de la risa mientras ellas permanecen imperturbables. Poseen una capacidad especial para descubrir el lado humorístico de los demás y de las cosas que hacen los demás, y tienen una actitud positiva hacia la vida. Tienen buena retentiva y pueden ser buenas imitadoras. Una de sus grandes fuentes de diversión consiste en provocar a los demás o en burlarse de los demás tipos de temperamentos (el sanguíneo, melancólico y colérico)

Las flemáticas tienden a ser espectadoras, y procuran no comprometerse mucho con las actividades de los demás. En general son de buen corazón, pero raras veces dejan traslucir sus verdaderos sentimientos. Sin embargo, toda vez que su interés ha sido despertado, y resuelven poner manos a la obra, sus capacidades de cualidad y eficiencia se ponen de manifiesto. No se ofrecen voluntariamente para ocupar la posición de líder, pero, cuando se ven obligadas a ocuparla, dan muestras de ser unas líderes sumamente capaces.

Como tienden a luchar con el problema de la inseguridad personal, las flemáticas pueden preferir ocupaciones con beneficios de jubilación u otras seguridades. Por ello les atraen los cargos en la administración pública, en las fuerzas armadas, en funciones de gobierno y otras semejantes. Es raro que el flemático inicie alguna actividad comercial por su cuenta, aún cuando está capacitado para ello.