El diagnóstico de esta patología se realiza a través de una radiografía de la columna vertebral y la pelvis, aunque existe un antígeno, el HLA-B27, cuya presencia alerta del posible desarrollo de la enfermedad. En España, unas 50.000 personas padecen la enfermedad, para la que todavía no existe un remedio definitivo.
Entre los tratamientos disponibles, todos ellos destinados a aliviar los síntomas producidos se encuentran los antiinflamatorios, analgésicos, sulfasalacina o metrotexato. En los casos más graves, cuando las articulaciones están muy dañadas, se llega a emplear cirugía. A este respecto dedicará su presentación Norberto Gómez Rodríguez, que abordará “Los tratamientos no convencionales y la Espondilitis”. La corrección postural y la rehabilitación son vitales ante este relativo vacío terapéutico y las técnicas alternativas, como la hidroterapia, cobran fuerza y han sido reafirmadas por los pacientes que se han sometido a ellas. Pero el apoyo psicológico también juega un papel fundamental en el día a día de estos enfermos y la intervención del psicólogo es de alta utilidad.( Marisa Barrios / Rut Gómez Sobrino)
En el tratamiento de la espondilitis anquilosante juegan un papel fundamental la gimnasia y la fisioterapia para conservar la movilidad de las articulaciones y evitar el deformamiento paulatino de la columna vertebral (cifosis), aún cuando el ejercicio pueda resultar algo doloroso para el paciente afectado. Especialmente recomendables son los ejercicios de extensión, como Yoga o Pilates. La medicina clásica utiliza diferentes medicamentos para combatir la enfermedad. Desde el año 2003 existe en Europa el medicamento Enbrel (Amgen, Etanercept, Infliximab), un preparado de la familia de los TNF-alpha-Bloqueadores (TNF = Factor de necrosis tumoral) que reduce los procesos inflamatorios.
Con este medicamento, por ahora muy costoso, se han obtenido muy buenos resultados, aunque todavía no existen estudios a largo plazo. Antes de su aparición se utilizaban los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como Indometacin, Sulfasalazin o Methotrexat para reducir los dolores y controlar los procesos inflamatorios. Existen también estudios que mencionan el tratamiento con Pamidronat, Talidomida y con el isótopo radioactivo radio 224 . En los casos muy avanzados existe también una solución quirúrgica, en la que las vértebras que adquirieron rigidez son fracturadas y vueltasa sujetar en la posición correcta con placas metálicas.
Esta operaciónes complicada y de no poco riesgo, pero puede mejorar considerablemente la calidad de vida del paciente.El tratamiento de las espondiloartritis y en especial de la espondilitis anquilosante ha cambiado radicalmente en los últimos años como consecuencia de la introducción de los bloqueadores del factor de necrosis tumoral alfa (TNF- * ). Tanto el infliximab como el etanercept y adalimumab reducen significativamente la actividad inflamatoria e inducen cambios en el aspecto histopatológico de la membrana sinovial, el patrón de citocinas en la sangre periférica y el líquido sinovial y las imágenes obtenidas porresonancia magnética y ultrasonido.
En este momento seconsidera la posibilidad de que el efecto de estas moléculas no sólo se reduzca al alivio de síntomas y signos, sino que también modifique la historia natural de estas enfermedades. El propósito de esta revisión es presentar las justificaciones que existen para el uso de agentes biológicos en la espondilitis anquilosante, las forma de evaluación de su eficacia, los resultados más importantes a corto y largo plazo y las recomendaciones terapéuticas de vanguardia.
Es raro que se elabore un diagnóstico precoz, ya que los pacientes tardan en acudir al médico al interpretar que ese dolor de espalda es algo pasajero.
Dr. Javier Calvo Catalá
Jefe de Reumatología y Metabolismo Óseo del Consorcio Hospital General de Valencia